jueves, 29 de octubre de 2009

Hace calor

Mucho, y de golpe.
Dan ganas de viajar, de ir a mojar los pies al río claro que baja de las sierras. Vengo postergando varios meses ya eso de respirar ese aire maravilloso. Me reprimo las ganas. Me dejo estar. Me cuesta bastante todavía pensar en tomar un micro que tendrá un destino diferente a aquel que me hacía tan feliz. Tengo miedo de no poder disfrutarlo, o lo que sería peor, miedo de padecerlo. Nadie espera allá. Nadie espera nunca en ningún lado. Pero en algún momento tendré que demostrarme a mi misma que puedo mojarme los pies en el río claro, por el río mismo, por mis propios pies, sin ningún otro motivo, solo por mis propios pies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario