jueves, 29 de octubre de 2009

Hace calor

Mucho, y de golpe.
Dan ganas de viajar, de ir a mojar los pies al río claro que baja de las sierras. Vengo postergando varios meses ya eso de respirar ese aire maravilloso. Me reprimo las ganas. Me dejo estar. Me cuesta bastante todavía pensar en tomar un micro que tendrá un destino diferente a aquel que me hacía tan feliz. Tengo miedo de no poder disfrutarlo, o lo que sería peor, miedo de padecerlo. Nadie espera allá. Nadie espera nunca en ningún lado. Pero en algún momento tendré que demostrarme a mi misma que puedo mojarme los pies en el río claro, por el río mismo, por mis propios pies, sin ningún otro motivo, solo por mis propios pies.

miércoles, 28 de octubre de 2009

La importancia de la Palabra

Como muchos de Ustedes, paso buena parte de mi tiempo sentada en una computadora. Es de suponer entonces, que la mayoría de las conversaciones que tenemos son escritas.
Tal vez de tanto estar leyendo, se empiezan a hacer interpretaciones sobre lo que el otro está diciendo. Claro, no escuchamos su voz, no vemos lenguaje gestual, no observamos su mirada, no asistimos a los cambios de tonos. Todo lo que que tenemos es su Palabra. Y las Palabras cobran una importancia fundamental. Es el todo absoluto de la conversación. Se corre el riesgo de la subjetividad, es decir: leemos lo que queremos leer, o lo que esperamos leer, o lo que, según el nexo que tengamos con esa persona, creemos que esta diciendo.
"Te amo, te extrañe, que suerte que te encuentro, sos importante para mi, que falta me haría tenerte acá conmigo, sos un gran amigo, una gran amiga, me siento acompañada/o en este momento, gracias por escucharme". ¿Suena fantástico? No lo es, son cosas que se escriben con tanta liviandad como quien dice mañana va a llover.
Podemos establecer vínculos muy fuertes con el otro, simplemente por la fuerza de las Palabras. Pero, ¿qué pasaría si pudiéramos ver cuanta atención el otro realmente nos está brindando?
Seguramente nos desilusionaríamos de inmediato. No sería extraño que mientras vos estas escribiendo-contando como fue tu día, que es lo que te está pasando, o cualquier cosa que sea importante contarle en ese momento, el "interlocutor" esté conversando a la vez con otras personas, prestándole la misma atención que te está prestando a vos. O mas, o menos. ¿Cómo saberlo? Depende de la habilidad y la rapidez de cada uno, la tecnología permite hacer infinidad de cosas a la vez. Inclusive, leerte y responderte mecánicamente sin que te dieras cuenta.
Yo soy una defensora de la Palabra. La respeto, la valoro, absolutamente. Para mi es fundamental, y mas en estos modernos tipos de vínculos, ser totalmente coherente con lo que se dice, sincero, honesto.
Establecer un vinculo con alguien, conlleva una responsabilidad que asumo con total honestidad. Si esa persona se muestra igual de honesto, yo le creo. Creo en sus palabras, y en sus muestras de afecto. Creo en lo que me dice, y no tengo razones para dudarlo.
Lamentablemente, a veces tarde, nos damos cuenta que con quien estuvimos estableciendo este tipo de vínculo, no fue lo sincero que nosotros creíamos. A muchos nos ha pasado. Y la desilusión duele. Mucho. ¿Qué esperábamos? Bueno, pudimos esperar muchas cosas, pero especialmente esperábamos que le diera a la palabra la misma importancia que le damos nosotros.
Y hablo de diferentes tipos de vínculos, de amistad, de hermandad, y por que no? de amor.
El amor multimedia parece mas romántico, no? Puede crecer hasta lo inimaginable. Puede ser idealizado al punto de la fe ciega. Y todo por las Palabras. Nada mas y nada menos. Es que claro, yo soy de la idea de que un "te amo" es exactamente eso: te amo.
Si tuviera la posibilidad de frotar la lámpara, y pedir un único deseo al Genio, sin dudas le pediría que la Palabra fuera respetada de manera Universal, por todas las personas. Y, quiero ser egoísta en esto, especialmente respetada por las personas que se cruzan en mi vida.
Pero por supuesto, el Genio no aparecerá, y los traficantes de palabras seguirán por todas partes.
Inclusive ahí, detrás de ese monitor que veo por allá.

Simuladores

Hablando con un amigo, tocamos el tema de los simuladores, grupo en el cual estamos incluidos todos, en mayor o menor medida.
Si te cruzas por la calle con alguien, y te pregunta como estas, en general decís: bien, gracias, y vos?
Es un frase que resume todo, que cumple, que no defrauda. Es mas fácil responder así, que responder sinceramente y con claridad todo lo que a uno le esta pasando. Es preferible simular que esta todo bien. Y al trasladar la misma pregunta hacia el otro, no evitamos mayor explicación. El interlocutor, en la gran mayoría de los casos responderá con un: bien, muy bien. Es evidente que tampoco siente ganas de decir realmente todo lo que tiene. Así que cumplirá con su acto de simulación.
Pero en encuentros casuales esto, no tiene mayor importancia.
La cosa se complica y se vuelve patológica, cuando comenzamos a hacerlo con los mas cercanos, sin darnos cuenta seguramente, y siempre pensando en que es lo mejor.
¿Para que contarle a mi madre que me está pasando? No me comprendería, o se haría un problema sin ninguna necesidad.
¿Para que decirle esto a mis hijos? No quiero llevarles mis problemas, ellos están aprendiendo a resolver los suyos propios, para que agregarles uno mas?
Un poco mas avanzado el acto de simulacro, aparentamos que todo podemos resolverlo nosotros, y hasta asumimos el rol de heroínas/héroes tratando de solucionar además de los nuestros, el problema de todos los demás. Tal vez con mucha vocación, pero sin la preparación adecuada.
Y esto le da a la ecuación un único resultado: absurdo, esta ecuación no tiene solución.
Ahí llegamos al punto de sentirnos frustrados, mal con nosotros mismos, y no nos animamos además, a decirlo, ni a aceptarlo. Y seguimos simulando...
Alguien en algún punto nos ha hecho creer que ser vulnerable, no es buena cosa. Me gustaría poder entender que ser vulnerable, y aceptarlo, es lo mas humano que existe.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Lluvia y humor

La primavera parece que se niega a manifestarse. Lluvia, frío, viento. Primaveras eran las de antes...El problema es que así una se deprime. Es como que empieza a extrañar, o que nunca dejó de extrañar.
Ahora yo misma me pregunto: ¿Extrañar qué? Creo que a la idea de que esa persona era especial. Extrañar lo que generaba en una, extrañar creer, confiar. Extrañar esa sensación de no estar sola, si bien el tiempo y algunas cosas demostraron que estaba irremediablemente sola.
Hablemos de confiar. ¿Qué significa eso?
Quisiera salir de mi misma, y verme desde afuera, intentar no encerrarme en mi propia idea de lo que es confiar.
Yo confiaba, en serio. Estaba convencida de que todo eso era absolutamente real. De que era yo, y ahí entra en juego el ego, importante. No dudaba de las palabras, ni de las expresiones, ni de las miradas. No dudaba y era feliz. Confiaba, si. Y eso me hacia sentir muy bien.
Confiar es eso, no dudar, sentir, estar en paz.
A pasado el tiempo, perdí la paz. Dudo, no siento, no confío.
Y estoy enojada. Aun así, no puedo culpar. Y eso me enoja mas.
Sigue lloviendo, que linda primavera...Hoy no tengo mi humor típico, nada gracioso sale de mi. Así que mejor, me tomo un café, y me dedico a otra cosa.

jueves, 15 de octubre de 2009

Historias

Sábado. 14:40 horas. Mi psicóloga me llamó para decirme que tuvo una urgencia y no podía llegar a tiempo a mi cita. Me ofreció ir mas tarde, pero preferí no ir. En realidad no voy si puedo evitarlo. Y nada mejor que un cambio de horario repentino para aprovecharlo como excusa.

Estoy conectada sin conectarme y pensé en mi amiga Viana.



-Hola!? Por dónde andás?

-Hola! Acá en casa

-No tenés ganas de ir a "María Bonita" a merendar? Dale, venite, llevo la portátil, tiene wifi!

-Ah bueno! Dale! Dame una hora y nos encontramos ahí.

-Sii, así te muestro algunas cosas que vi.

-Okk! Nos vemos!



Y así sin mas, salí con la portátil hacia el barcito en cuestión, a esperar a mi amiga.

Tardó un poco mas de una hora, pero eso ya lo sabia, siempre tardamos un poco mas, y no nos preocupa. Me senté junto al ventanal, me gusta mirar la gente y era un hermoso día de primavera.

La camarera amablemente me trajo la carta, y me puse a buscar que comer. Eran las 4 de la tarde, así que pensé en algo livianito.



-Mmmm...bueno...un té...este de las five o'clock...si si...con tostaditas...mmm...jamón...queso...y ah...trae torta también? Qué bien...!! Esta que dice mousse de chocolate, por favor.



Ok, livianito livianito no es, estamos de acuerdo, pero es un té, no?



Encendí la portátil y me puse a navegar mientras esperaba a mi amiga, y al tecito.

La camarera no tardó en traer el pedido, enorme pedido, mi mesa era para dos, y no cabían los platitos.



Mientras revolvía el té me colgué mirando por la ventana. Una mujer caminaba por la vereda lentamente. Tres pasos para aquí, media vuelta, tres pasos para allá, volviendo a empezar. Típicos pasitos de quien espera a alguien.

La llegada de mi amiga me hizo olvidar por un rato esa imagen de ansiedad que tanto me molestaba.

Pidió lo mismo que yo, y mientras cambiamos de mesa, ya que la duplicación de platos nos obligaba, charlamos sobre nuestra semana laboral y demás yerbas.

De pronto, entra una pareja y se ubica en la mesa para dos que habíamos abandonado. La mujer, la misma que minutos antes daba pasitos en la vereda. Unos 30 y algo, jeans, blazer de cuero negro, maquillaje normal, mucho perfume. El hombre, unos 40, peinado con gel, jeans, saco de cuero negro.

No se por qué razón, pero Viana y yo nos quedamos un poco calladas, observando disimuladamente las distintas etapas de la conversación de esa mesa. Mientras atracábamos nuestras respectivas meriendas, y mirábamos cosas en internet, no podíamos dejar de estar atentas a eso.

-Mis rulos son naturales, siempre tuve el cabello así- sonrisa nerviosa, sacudida de cabello.

-Si?? Te quedan muy bien!!- sorpresa actuada, mirada penetrante a los ojos de la inquieta dama.

No pude evitar comentar:

-Viana, no podría pasar otra vez por eso...las primeras citas son insoportablemente tediosas y repetitivas.

-Estoy totalmente de acuerdo!

Y seguimos castigando nuestras mousse de chocolate, tarta de manzana, jamones, quesos, y demás cositas.


Ahora, me pongo a pensar: por qué tiene que ser así?

Por qué se transforma en un rito repetido infinidad de veces?

Acaso no se teme que lo que empieza siempre igual, invariablemente va a terminar igual?

Cómo se descubre la afinidad con otra persona si siempre se cae en las mismas cosas?

Por qué no simplemente mirar esos ojos y dejarnos llevar por la intuición?


Tal vez sea porque nuestra intuición nos ha fallado de alguna manera. O porque tambien ella tiene un tiempo entre elaboración y vencimiento.

De todas formas sigo pensando en los ritos y en mi resistencia a cumplirlos una vez mas. No quiero vestirme con el uniforme de batalla. No quiero hablar de mis rulos. No quiero hablar de mis lugares de diversión preferidos. No quiero presentarme como si fuera a una entrevista laboral, tratando de que el entrevistador reconozca mis méritos.

Aún guardo la esperanza de que al otro le importe mas lo que no digo, que lo que digo. Que le guste descubrir que cosas me hacen feliz libremente, y que sea lo suficientemente generoso para hacerme reír sin pretensiones, no como un favor que me hace, sino como un regalo que le hago yo un día especial.

Y un detalle mas: que sea lo suficientemente valiente para aceptar el desafío.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Ab aeterno

Desde siempre tengo la costumbre de pensar demasiado en todo. Probablemente a muchas nos pasa. Y para colmo, hay tantas cosas en que pensar...La cabeza se vuelve una especie de licuadora. Pero así somos nosotras, es la naturaleza femenina.
Entre tantas cosas que pensé hoy, y tema recurrente en mi cabeza, es en las relaciones humanas.
Yo no se Ustedes, pero para mi son imposibles...

-Tenés que rever tus elecciones...el modelo de hombre que tenés no es el mas conveniente y por eso no son correctas las relaciones que se van sucediendo...pensá que tipo de hombre quisieras para vos...pensá y pensate con él...elaborá otra imagen de pareja mas apropiada a tus deseos. (Palabras de la psicóloga, o mi interpretación de ellas)

Y ahí voy yo, elaborando otras imágenes, pensándome junto a Brad Pitt sin la capacidad reproductiva y adoptiva de Angelina, pensando en que tipo de relación tendría con él. Y como nosotras siempre vamos mas allá, pensando también cuando Brad Pitt deje de ser Bradd para convertirse en la Rana René, por no decir sapo, ya que quiero darle al menos una mínima oportunidad de reivindicación a Brad.

Las relaciones humanas son complicadas. Y cada día me voy convenciendo un poquito mas de que no son para mí. Tal vez el tiempo pueda decirme lo contrario. Sería bueno que se apure, porque a veces suelo confundirme, como pudieron comprobarlo, y puedo sentirme mujer de mediana edad, o mujer de la edad media.

martes, 13 de octubre de 2009

Martes

Volver al mediodía para tener que salir de nuevo, es un embole.
Para leer el diario es tarde, para mirar la tele, temprano. Si me acuesto a dormir un rato me despierto totalmente incoherente, y tengo que volver a trabajar. Tengo sueño, y algo de hambre, pero si como seguramente tendré mas sueño, así que picoteo algo que haya por ahí abandonado del día anterior.
Empanadas, las detesto, en fin, es lo que hay. Café número 3 del día.
Bueno, para el horóscopo nunca es tarde.
Veamos...Acuario:
Encuentros con amigos que le asignan un misterio especial...aha...que bien...martes laboral...que amigos?
Seguimos: Actitud de apertura promueve armonía en su entorno.
Miro alrededor, la cama sin hacer, la gata durmiendo sobre mi bata!! el desodorante en el piso, el cenicero lleno de puchos, el toallón abandonado en un rincón, apertura? Si, la ventana esta abierta, pero la armonía no aparece, es un descontrol mi habitación. Mejor sigo leyendo, a ver que pasa:
Su prestigio suma influencias...su prestigio suma influencias...bien! Por fin se reconocen mis méritos!! Era hora. Ahora puedo ir tranquila a trabajar. En el camino pensaré positivamante, ya que mi prestigio, señoras y señores, suma influencias!!
Es tarde ya, me voy, mas tarde sigo.

lunes, 12 de octubre de 2009

Un perfil

Mujer, argentina, edad media. ¿Dije edad media? No. Quise decir mediana edad.
A ver? Si, se lee mejor.
Aunque se ve espantoso, espejo traidor. Pero no seamos tan injustas. No estamos tan mal a pesar de la edad media...mediana!!! Unos kilos de mas...unas cremas anti-age...agua, mucha agua, le funciona a Valeria Mazza. ¿ Por qué no me funcionaria a mi? Ah, pilates! O puede ser yoga, o gimnasia localizada. No tengo ganas, nada de ganas. Y menos de dejar de fumar...
Volvamos a empezar.
Mujer, argentina, mediana edad, debate interior en acción.