lunes, 19 de diciembre de 2011

Ciego, sordo, mudo

Cada mañana de sol es nacer una vez mas. Es poder creer que todo es posible, que nada importa mas allá de uno mismo, y partiendo de ahí modificar todo lo que está alrededor.
Los pájaros, el café, la escoba del barrendero, todo a las 6 de la mañana.
Mientras tanto, vos dormís. Dormís el sueño de quien perdió alguno de sus sentidos. Elegís la forma de inconciencia mas simple. Cerrás tus ojos, bloqueas los oidos, sellás tu boca y te limitás a respirar lentamente.
Tan bello como cobarde.El terror te domina el alma y no te permite vivir. Ni siquiera para entender que mi mano no es una garra metálica que alrededor de tu cuello presionará hasta matarte.
Mi mano no es mas que una mano. Pero no ves. Qué pena.

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