sábado, 31 de diciembre de 2011

Ojos de videotape

Un hombre y una mujer bailan bajo el agua lentamente. Una danza dolorosa, desesperante, luchando por resistir, intentado ser uno en un mar tibio. Mezcla de placer y desconsuelo, un ruego, una ironia.
Intenta ser un preludio, pero me sabe mas a un final.
"Depende la mirada", dijo. Para él era diferente. Es que él tiene muchas mas miradas que cualquiera, y todas a la vez. Multiplicidad de observación. Puede parecer una rara capacidad, pero solamente es el ritmo de nuestros tiempos, magia, color, palabras sueltas, inconexas y un sin fin de brillo blem.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Ciego, sordo, mudo

Cada mañana de sol es nacer una vez mas. Es poder creer que todo es posible, que nada importa mas allá de uno mismo, y partiendo de ahí modificar todo lo que está alrededor.
Los pájaros, el café, la escoba del barrendero, todo a las 6 de la mañana.
Mientras tanto, vos dormís. Dormís el sueño de quien perdió alguno de sus sentidos. Elegís la forma de inconciencia mas simple. Cerrás tus ojos, bloqueas los oidos, sellás tu boca y te limitás a respirar lentamente.
Tan bello como cobarde.El terror te domina el alma y no te permite vivir. Ni siquiera para entender que mi mano no es una garra metálica que alrededor de tu cuello presionará hasta matarte.
Mi mano no es mas que una mano. Pero no ves. Qué pena.

miércoles, 19 de enero de 2011

Lluvia de enero

Llueve a lo bestia. Es evidente que ahi arriba hay flor de despelote. Las nubes chocan sin tregua y cae el agua a cántaros. Además de que sopla un viento que se debería pensar en un seguro para pelucas.
Mis plantas, secas todas, no pueden creer que se pueda disponer de tanta agua junta. Yo las miro desde la ventana, café en mano, y de pronto creo en los milagros. Puede pasar, quien dice que no? A lo mejor el ciprés limón, como si hubiese salido de un largo letargo de origenes psicológicos, vuelve a ser el pino que fue alguna vez, verde, brillante, apuntando bien alto.

Y sigue lloviendo, generosamente. La manera desprolija en la que cae el agua me recuerda a mi misma, cuando empiezo a dejar salir mis pensamientos. No se si me conviene dejar salir muchos hoy, creo que deberia volver a terapia, al menos para Claudia todo tiene una lógica y con una increíble naturalidad puede hacerme entender lo inentendible. Igual se pondría contenta de verme así hoy, imagino su cara de aprobación. Yo me conformo con no sentirme mal, con no tener esa sensación de vacío que suelo tener y hasta diria experimentar esta especie de satisfacción absolutamente honesta, aunque tambien estrictamente medida.

Mejor sigo tomando mi café, sonriéndole al ciprés a ver si se copa y vuelve a brillar.